La ministra alemana de Familia, Franziska Giffey, alertó un repunte del peligro de la violencia machista en el país y recordó que los más pequeños no están exentos de la amenaza de la violencia infantil a causa de la tensión generada por el confinamiento durante la epidemia de coronavirus.
La ministra socialdemócrata dijo que ve esta amenaza sobre todo en las ciudades. "Estamos recibiendo diferentes reacciones de los estados federados. En esto, hay diferencias evidentes entre el campo y la ciudad", destacó.
Giffey explicó que en las zonas rurales, donde hay más oportunidades de salir y donde la gente no vive en espacios tan reducidos, el potencial de conflicto no es tan alto.
Agregó que la semana pasada, sin embargo, en la capital alemana Berlín, el número de cargos por violencia doméstica había aumentado en un diez por ciento.
Con el fin de frenar la propagación del nuevo coronavirus, las escuelas y guarderías fueron cerradas en la mayoría de los estados federales durante tres semanas. Además, hay restricciones de salida de gran alcance. Debido a la situación, se espera un aumento de la violencia doméstica.
Giffey declaró al periódico 'Zeit Online' que las llamadas al teléfono de ayuda aumentó en más del 20 por ciento y agregó que esto también podría deberse a la publicidad masiva del número.
El presidente de la Asociación de Protección de la Infancia, Heinz Hilgers, exigió por su parte la llegada de ayuda financiera inmediata para las familias pobres.
"Muchos padres tienen derecho a que sus hijos reciban el almuerzo gratuito en la escuela y en la guardería, y eso también será eliminado", declaró al periódico 'Augsburger Allgemeine', donde adviritó que el Estado debería pagar a los padres en cuestión 90 euros por niño y mes como compensación y sin burocracia.